El proceso que tiene como función transformar los alimentos ingeridos en materia útil para el organismo. Una mala digestión en los animales, puede mostrar síntomas de un problema mayor.
Gracias a la digestión, las moléculas de los alimentos se descomponen, para facilitar la absorción del organismo. Hablaremos de tres fases dentro de la digestión en los perros:
Comprende el masticado del alimento (se puede decir que la digestión comienza en la boca) y el desplazamiento de la bola alimenticia que se forma, de consistencia pastosa, a lo largo de todo el tracto gastrointestinal.
Una vez tomado el alimento con la boca se produce la masticación y la mezcla con la saliva. Es muy importante porque facilita la propia masticación y la deglución, al actuar como lubricante y solubilizar los componentes de la dieta. Es importante destacar que, al contrario de los humanos, los perros y gatos no comienzan su digestión con la saliva bucal, ellos carecen de la enzima alfa-amilasa presente en la saliva de los humanos, con lo cual los almidones ingeridos no estarán pre-digeridos aquí. La saliva solo ayuda a mezclar los alimentos y facilitar la deglución hacia el esófago, y después al estómago. Que, a su vez, cuenta con una función de almacén o reservorio, pues permite que los nutrientes se ingieran en tomas, de lo contrario el animal tendría que ingerir comida a lo largo de todo el día. Allí se inicia la digestión química de las proteínas, la mezcla de alimentos y secreciones gástricas que regula el paso al intestino delgado.
La fase final de la digestión. Todo aquello que el organismo del perro no retiene, excedente alimentos, bacterias, restos de células y secreciones bien porque no le resulta útil, o que exista algún problema digestivo que impide la absorción de todos los nutrientes suministrados.
La principal causa de problemas gástrico en mascotas es una dieta inapropiada, de manera que es necesario reconocer cuáles son los trastornos estomacales recurrentes en nuestro perro para poder cambiar la alimentación a tiempo. La aparición de vómitos o diarrea, nos dará las primeras pistas de que algo anda mal. Pero también la pérdida de peso, falta de apetito, flatulencias. Incluso se puede escuchar sonidos en el estómago o en casos severos el perro podría llegar a mostrar inactividad, esto puede aparecer de forma imprevisible.
Si tu mascota sufre de alteraciones digestivas, es preciso conocer qué genera los síntomas. Permitirá tratarlo de forma adecuada y curar la afección gastrointestinal. Las causas de los trastornos digestivos en perros son:
Es la irritación o inflamación del estómago. Los principales síntomas comprenden en vómitos, diarrea y dolor abdominal, pero también pueden aparecer otros signos de la enfermedad. Pérdida de peso, falta de apetito, deshidratación, estos se muestran tras ingerir elementos como productos químicos, restos de alimentos en mal estado, heces de otros animales, o sustancias que no pueden digerir; plástico, telas, etc. Provocando indigestión, acidez, obstrucción intestinal y o ulceras.
Otros fallos internos como la gastritis aguda, también puede ser causada por parásitos digestivos, bacterias o virus. En casos aislados suelen ser un efecto secundario de una enfermedad no detectada a través del análisis clínico. Ejemplo: Puede ser problemas hepáticos o del sistema urinario.
Hablamos de la incapacidad para absorber ciertos nutrientes sin sufrir graves afecciones en su salud. Algunos perros son intolerantes a componentes del pienso, por lo que puede resultar ser muy difícil determinar que ingrediente provoca los efectos negativos en su digestión. Su veterinario podría recomendar una dieta de exclusión, que de dictamen concluyente. Además. Existen otras enfermedades que pueden asociarse en un problema digestivo. Como es el sobrecrecimiento bacteriano del intestino delgado o SIBO o la colitis, entre otras.
Ante cualquiera de estos síntomas, lo más adecuado es acudir al veterinario para que haga una valoración y, sobre todo, nos indique cuál es el origen del malestar del perro, mediante un estudio realizado a través de endoscopia.
Que tiene por objetivo buscar alteraciones presentes en el tracto gastrointestinal. Este procedimiento solo puede ser hecho por un médico y el animal debe estar sedado para evitar cualquier tipo de molestia o posible lesión. En general, este estudio se recomienda cuando aparecen indicios en exámenes de laboratorio o rayos X, que puedan indicar algún problema en esta zona de nuestra mascota
Es un procedimiento médico que se realiza para descartar o encontrar las causas a una determinada situación de salud. En general, la endoscopia no es un tipo de estudio rutinario, pero necesario para identificar anomalías en el aparato digestivo. Aunque menos frecuente, la endoscopia también puede ser utilizada como un tratamiento para aliviar ciertas patologías, por ejemplo, la torsión gástrica. Tal y como se explicó antes, este procedimiento es poco invasivo y no genera ninguna molestia o dolor. Siendo un análisis ambulatorio, no deja de prestar especial cuidado en la ejecución, ya que el animal precisa ser sedado.
Tras realizar una endoscopia, que puede durar entre 60 y 90 minutos, el animal pasa a recuperación, en donde recobra la conciencia de forma paulatina. No se le debe suministrar comida hasta varias horas a posteriori y el agua se ofrecerá en pequeñas cantidades. La recuperación, en general, es muy sencilla y rápida.
Las bondades que ofrece el diagnóstico terapéutico por endoscopia se reconocen cada vez más en el mundo veterinario. Convirtiéndose en un aliado en la diagnosis de patologías.
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