Tratamiento y prevención de la displasia de cadera en perros

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La displasia de cadera es una de las enfermedades óseas y articulares que más afecta a los perros. Sus síntomas pueden pasar desapercibidos cuando el perro todavía es joven.

Fisiopatología de la displasia de cadera en el perro.

La displasia de cadera es una enfermedad degenerativa con lento desarrollo que se caracteriza por un desacoplamiento en el desarrollo de la cabeza femoral y el acetábulo. Se produce a lo largo del crecimiento del perro y supone cambios estructurales, como una mayor distensión de los ligamentos, la reestructuración del acetábulo o producción de osteofitos periarticulares, provocando lo que conocemos como osteoartritis de cadera. generando desgaste entre el fémur y cadera, por lo que estas no encajan e impiden la movilidad de la pata del perro quedando la cabeza del fémur desplazada.

Cómo detectar esta enfermedad.

Los signos de la displasia varían, según la gravedad y las características propias de cada perro en particular. Lo ideal es acudir al veterinario para salir de dudas. Un examen rutinario y una radiografía de cadera, evitarán preocupaciones innecesarias. Esta anomalía en la articulación de la cadera es causada por una predisposición genética, aunque factores como una mala alimentación, que deriva en obesidad canina, podrían aumentar el riesgo, e incluso provocarla.

Algunas señales en tu perro.

  • Dificultad para mover las patas traseras y dolor al tocar la zona.
  • Permanece mayor tiempo inactivo.
  • Al caminar, sus patas traseras están más cerca de lo normal y parecen encontrarse.
  • Rigidez en las primeras horas de la mañana y mejora a lo largo del día.
  • Muestra de debilidad en las patas traseras.
  • Al correr el perro balancea la cadera de forma exagerada o incluso corre moviendo las dos patas traseras al mismo tiempo.

Tratamientos.

La principal vía de tratamiento de la displasia de cadera y mejora de la calidad de vida del animal sugiere un dieta severa, para prevenir un posible sobrepeso, y cambio de hábitos, entre los que se incluye la reducción del ejercicio físico intenso para no sobrecargar la zona. El exceso de ejercicio podría derivar en artrosis por sobrecarga de cadera. Así como la administración de antiinflamatorios, para ayudar a aliviar el dolor y la inflamación.

En animales jóvenes si la displasia de cadera es diagnosticada y la artrosis todavía no está presente, se podría valorar realizar intervención quirúrgica para intentar corregir la posición de la articulación y mejorar su movilidad.

Artroplastia de cadera consiste en amputar la cabeza del fémur, con lo cual se elimina el dolor producido por el roce y se forma una pseudoarticulación fibrosa que permite al animal suprimir el dolor. Está indicada en perros de todas las edades con enfermedad articular degenerativa.

Para casos realmente graves, una técnica quirúrgica exitosa es la implantación de una prótesis total de cadera, sustituyendo las partes dañadas por una prótesis artificial.

Los soportes de cadera, que favorecen el soporte de la pelvis del animal, ayudan a reducir el dolor.

Algunas sesiones de fisioterapia para perros pueden ser realmente beneficiosas para mejorar la movilidad, cuidar la articulación y disminuir el dolor.

Ejercicios para perros con displasia de cadera.

Además de los masajes terapéuticos, que deben ser realizados por fisioterapeutas veterinarios, hay algunos ejercicios para perros con displasia de cadera que puedes realizar en casa. Consulta con tu veterinario si es recomendable para el caso de tu mascota.

Alimentación para perros con problemas articulares

Aunque se trate de una enfermedad degenerativa, con una alimentación adaptada para perros con problemas articulares evitando el sobrepeso y una rutina de ejercicios para perros con displasia de cadera, podemos aliviar los dolores y estimular la movilidad de sus articulaciones. A través de la alimentación aportar condroprotectores (como la glucosamina, el condroitín sulfato o el ácido hialurónico) que ayudan a prevenir la degeneración del cartílago articular.

Prevención en cachorros

Hay cachorros que nacen con predisposición genética, sobre todo en las razas más grandes, aunque mascotas que no pertenecen a razas “de riesgo” también pueden sufrirlo a lo largo de su vida.

Estos cachorros deben consumir piensos específicos de acuerdo a su raza.

Realizar juegos que favorezcan el ejercicio justo sin crear tensión innecesaria sobre su cadera y articulaciones.

Todas las razas pueden padecer displasia, incluidas algunas razas pequeñas como los carlinos. El porcentaje de riesgo según la raza es del 72,6% de los Bull Dog, el 56,3% de los Dogo de Burdeos y más del 48% de los Mastín Napolitano. Mientras que razas como el galgo prácticamente no presentan casos. Los primeros síntomas aparecen entre los 5 y los 6 meses.

Si tienes cualquier duda sobre la salud de tu mascota visítanos. En nuestra Clínica Veterinaria Faunia te asesoraremos sobre el proceso a seguir ante esta enfermedad.