Si te gustan los gatos y te has decidido por tener uno, debes aprenderte su calendario de vacunación y conocer cuáles son las vacunas obligatorias o no. Hay muchas cosas a tener en cuenta, como si tu gato va a salir y relacionarse con otros de su especie o, por el contrario, si será una mascota casera.
Aunque creas que un gato no necesita ser vacunado porque pienses tenerlo en casa y darle todos los cuidados, es preciso que tengas en cuenta algunos de los problemas más comunes que suelen sufrir.
Lo primero que debes saber es la utilidad de las vacunas. Estas contienen patógenos que ayudan a tu mascota a crear defensas suficientes que le permiten pasar una enfermedad de manera leve.
Las vacunas deben ser administradas por veterinarios, siendo imprescindible los refuerzos. El gran problema en la mayoría de las infecciones felinas es el contacto con el mundo exterior. Evitar una reacción en cadena que afecte a todo su organismo está en tu mano, como dueño, siempre que sigas con el calendario de vacunas recomendado por el veterinario.
La desparasitación no es una vacuna, pero es necesaria en los cachorros durante las primeras semanas. Esta les permite mantener limpios sus intestinos de parásitos, que son muy comunes en los gatos jóvenes.
La trivalente es una vacuna que debe aplicarse a las 8 semanas de vida. Este es el periodo adecuado siempre que no saquemos al gato antes de tiempo. Es una vacuna que debe considerarse como obligatoria para la salud de tu mascota.
La segunda dosis de esta vacuna se debe poner, como muy tarde, a las 4 semanas de la primera. En caso de que te pases de la fecha indicada, será necesario reforzarla con una nueva dosis. Después, cada año es preciso reforzarla.
Se conoce como trivalente porque protege a tu mascota de tres enfermedades muy severas:
– Rinotraqueítis: puede causarle neumonía e, incluso, ceguera.
– Panleucopenia: es altamente contagioso entre los gatos, que pueden contraerla a través de los excrementos.
– Calicivirus: este virus suele ser el desencadenante de la gripe felina, conllevando a una afectación que puede ser mortal si no se trata a tiempo.
La leucemia felina debe vacunarse de manera preventiva, especialmente en los gatos que suelen salir mucho. Antes de ponerla, se deberá analizar la sangre de tu gato para saber si da positivo o negativo para la enfermedad.
Solo se aplicará si es negativo, a las 16 semanas de edad (4 meses). La segunda dosis será aplicada a los 21 días después de la primera.
La vacuna de la rabia, aunque no es obligatoria, sobre todo si tu gato es casero, se hace imprescindible cuando le permites salir muy a menudo, sobre todo porque puede tener contacto con gatos no domésticos o roedores, que trasmiten la enfermedad. Se aplica a los 6 meses.
Siguiendo el calendario de vacunación que te hemos expuesto aquí, tu gato tendrá una vida saludable y larga.