Como decíamos en nuestro anterior artículo, los perros son vulnerables a la picadura de determinados insectos, y a través de ésta se transmiten algunas enfermedades peligrosas para su organismo. En esta época del año es cuando debemos tener más cuidado ya que las pulgas, garrapatas y mosquitos están presentes más de lo normal.
Una de las enfermedades más comunes es la leishmaniosis. Para más información visita nuestro anterior artículo. Veamos ahora las enfermedades causadas por bacterias.
Es una enfermedad habitual en verano; debido al calor y producto de la necesidad de bañarlo con mayor frecuencia, la humedad provoca acumulación y creación de bacterias en las orejas. Podrás detectar este problema observando el comportamiento del animal; si se rasca mucho las orejas, desprenden mal olor o se queja cuando le tocas en la zona.
Para evitar la otitis hay que secar con cuidado los oídos del perro, tras cualquier baño, así como limpiarlas cada dos semanas.
Es otra enfermedad común producida por bacteria, la cual genera problemas urinarios, esto se produce cuando una bacteria exterior accede por las vías urinarias, dando origen a infecciones de vejiga e incluso de riñón. Para saber si nuestro perro presenta este problema, se recomienda realizar un control en su ciclo de micción o necesidad constante de orinar, si observas sangre o un color inusual, así como la posible molestia del animal al orinar. De ser así, habría que acudir lo más pronto posible a un veterinario.
También son más corrientes en verano. La alimentación o la temperatura pueden afectar a la hora de que estas bacterias infecciosas se instalen en el abdomen o lomo del animal, provocando fuertes picores o irritaciones.
Una forma sencilla de solucionar este problema es bañar a nuestra mascota con un champú antiséptico, si el perro es de pelo largo es recomendable cortárselo en verano únicamente si el perro presenta afecciones cutáneas, recordemos que los perros apenas sienten el calor por la piel, por lo que cortar el pelo no influirá en su sensación de calor, sino todo lo contrario, el pelo les sirve para protegerse de las radiaciones ultravioletas procedentes del sol.
Son otro tipo de enfermedades que pueden presentarse con la llegada del verano. En estos casos los cambios de temperatura, de alimentación o el ingerir algún alimento que no sea saludable para ellos puede acarrear consecuencias negativas. Puedes evitar los trastornos gastrointestinales con la prevención, control y vigilancia en los hábitos alimenticios de tu perro.
Existen otros problemas que sufren los perros en verano derivados de la picadura de parásitos externos como mosquitos, pulgas o garrapatas. La mejor manera de proteger a tu mascota es mediante el uso de collares antiparásitos o la aplicación de pipetas y vacunas.
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