El sistema linfático es esencial para la salud y el bienestar, por lo que aprender a mantener este sistema, ayudará a tu perro a vivir una vida más larga, más activa y saludable.
El sistema linfático tiene funciones muy importantes en nuestro sistema, que permiten absorber el exceso de líquido y devolverlo limpio al torrente sanguíneo. Si la circulación linfática de tu perro se ve afectada, los trastornos derivados más comunes son:
Aunque estas enfermedades requieren un diagnóstico y un tratamiento médico, aprender a mejorar la circulación linfática de tu perro puede ayudar a prevenir los problemas como la artritis, el dolor en las articulaciones, el drenaje de los ojos, la formación de costras o la picazón en la piel, los ojos apagados, el letargo y las infecciones frecuentes que reflejan una baja función inmunitaria.
Esta es la forma más rápida de mejorar la circulación linfática, ya que estimula el movimiento de la sangre y la linfa, aumentando el suministro de oxígeno a los tejidos de todo el cuerpo y mejorando la eliminación de toxinas de los órganos y los músculos. Lo más importante de este ejercicio es la respiración profunda que aumenta el flujo de la linfa.
Por el contrario, si mantienes a tu perro de forma sedentaria te arriesgarás a que contraiga muchas enfermedades que con una caminata moderada se prevendrían.
Esta práctica se ha puesto de moda actualmente, pero es una antigua técnica india que sostiene que como el sistema linfático está cerca de la piel, al cepillar a tu perro diariamente con un cepillo de cedras firmes, puede estimular su sistema linfático. Prueba a cepillar desde los pies hacia el corazón, y cepilla suavemente sobre la piel desnuda del abdomen.
La forma de hacer este masaje es a través de caricias, deslizándote sobre el pelaje con la mano abierta, siempre en dirección al corazón, que es como fluye la sangre venosa. Debe hacerse desde la rodilla hacia la cadera y desde los dedos de la pata hacia la rodilla, en dirección contraria a la que crece el pelo del perro, para mantener sanos los vasos del sistema circulatorio y linfático.
Otra técnica sencilla, consiste en frotar vigorosamente, pero sin ejercer una presión profunda, el lado derecho de tu perro, sobre las tres últimas costillas, durante 10 a 15 segundos una vez al día para estimular el flujo de la linfa.
Esta técnica, realizada por profesionales, estimula de manera fantástica la circulación linfática, ya que cuando “se inserta una aguja, la estimulación mecánica inicial de las células induce una liberación neuroquímica que provoca cambios bioquímicos y fisiológicos mediante la estimulación del sistema nervioso. Esta neuroestimulación produce efectos tanto locales como sistémicos que dan lugar a la vasodilatación, aumentando así el retorno venoso y linfático.»
Esta sería una forma de acupuntura pero sin agujas. Utiliza los mismos «acupuntos» que la acupuntura y aplica una suave presión con los dedos en puntos específicos durante medio minuto aproximadamente. En este caso, puede acudir a un especialista o revisar algún libro sobre este tema, porque será como darle un masaje a tu perro pero en los puntos adecuados.
En el caso de los perros, lo mejor es alimentarlo con piensos recomendados por tu veterinario. En algunas etapas de su desarrollo , tu veterinario también puede recomendarte darle suplementos enzimáticos, prebióticos, probióticos y otras ayudas digestivas.
Esto es tan importante como la propia nutrición, puesto que es el componente principal de la sangre y la linfa, por lo que debes preocuparte porque tu perro tenga siempre agua fresca a su disposición.
Se ha utilizado a lo largo de los siglos para tratar enfermedades y prevenir otras. En el caso concreto del sistema linfático destacan el uso del escaramujo o la caléndula para mejorar el funcionamiento del sistema linfático.
Lo más importante sobre estas hierbas es preguntarle a tu veterinario sobre ellas, porque te indicará si es apropiado adminístraselas a tu perro, la dosis exacta y cómo debes aplicárselas.