Muchos de nosotros tenemos en la familia varios perros o gatos que conviven y se identifican como miembros de una misma manada. Cuando se produce la muerte de uno de ellos, sus compañeros pasan por una etapa de duelo similar a la que vivimos los humanos. Es cierto que experimentan su dolor de una forma distinta, pero sufren la pérdida igualmente.
En este artículo analizaremos algunos consejos que puedes poner en práctica para ayudarles a sobrellevar la pérdida. Y es que la ciencia ha demostrado que la manera en la que tú lo vives influye mucho en la suya propia.
Existen muchos posts, blogs, e incluso libros que tratan el tema de cómo podemos superar la muerte de nuestro fiel compañero. En general, son cinco las etapas que una persona vive a la hora de afrontar y sobreponerse a un duelo: negación, ira, negociación, depresión y aceptación. Este ciclo es algo que está ampliamente estudiado y que, pese a las diferencias temporales que puedan darse entre un individuo y otro, siempre se repite en los seres humanos. Sin embargo, son pocas las veces en las que nos paramos a pensar cómo puede llegar a afectar esta pérdida al resto de miembros de la familia.
Es un hecho científicamente comprobado que tus mascotas también sufren las ausencias; ten en cuenta que su rutina habitual está acompañada por otros amigos que ellos identifican como iguales. Ante la desaparición de uno de ellos se sienten inseguros, ya que pierden la cotidianidad a la que estaban acostumbrados. Esto, lejos de ser una nimiedad, puede llegar a provocarles hasta una depresión si no les ayudamos a salir.
Como es lógico, la principal dificultad para detectarla es la ausencia de palabras a la hora de expresarse. Pero sí hay comportamientos y cambios de actitudes que deben ponerte sobre aviso si en tu familia habéis tenido una pérdida reciente. Conductas inusuales como no querer jugar o salir a pasear como de costumbre, presentar una falta evidente de apetito o buscar más atención de lo normal, son significativas de que ocurre algo con ellos. Asimismo, si percibes que duermen más de lo normal en los días posteriores al fallecimiento, lo más probable es que estén pasando por su propio proceso.
Perros y gatos son animales muy sensibles. No sólo tienen sus propios sentimientos, sino que además, tienen la capacidad de entender y empatizar con los tuyos. Tú también has dicho adiós a un gran amigo, y es normal que estés afectado por su marcha. Tus mascotas captarán que algo no va bien, y se sentirán confusos y tristes por la extraña situación.
A partir del fallecimiento, el resto de tus mascotas tendrán que aprender a encontrar su nuevo lugar en el grupo social que conformáis tu familia y tú. Dependiendo de la estabilidad emocional de cada uno de los miembros, el procedimiento de adaptación puede prolongarse más o menos en el tiempo.
Veamos algunos consejos para que tus animales vayan poco a poco adaptándose a su nueva vida.
Lo fundamental es que sigas vuestra rutina diaria con total normalidad. Lo sabemos, es difícil avanzar con una pérdida tan reciente, pero tienes que intentar continuar con la vida del resto de tus compañeros. Brindarles la mayor estabilidad posible es clave para apuntalar los cimientos de un mundo que ya no es como lo conocían.
Mantener sus horarios habituales de comidas, juegos y paseos les ayudará a entender cómo será para ellos la vida a partir de ahora. Además, les será útil de cara a gestionar el estrés vivido, y tú podrás encontrar más fácilmente ratos de entretenimiento y distracción.
Que no falten entre vosotros los mimos y las caricias. A ambos os servirá para reforzar el vínculo en este difícil momento. Además, agradecerán sentirse protegidos por ti y recibir más atenciones de lo normal.
También es importante que, mientras estés con tus mascotas, evites en lo posible caer en la tristeza. Es complicado, puesto que lo más normal es que te recuerden al can o felino que ya no está con vosotros. Pero si consigues transmitirles tranquilidad y alegría durante el rato que pases con ellos, será mucho más sencillo para todos ir avanzando en el proceso del duelo.
Para evitar que tus mascotas caigan en la apatía tras la pérdida de un amigo, debes procurar animarlos con actividades que los motiven. Piensa en qué es eso que tanto les gusta. Rellenar los huecos con sus juegos favoritos o dar largos paseos por el campo puede ayudarles a distraerse durante unas horas. También a ti te vendrá bien pasar esos momentos de ocio de calidad con tus animales.
Otra opción es probar con actividades nuevas que puedan resultarles atractivas, como ir a la playa, descubrir un parque en el que nunca hayáis estado, conocer a otros felinos y canes…
En los días posteriores a la muerte de su amigo, puedes ofrecerles a tus perros algunas de sus golosinas favoritas. Si tienes gatos, dales una lata de comida húmeda especial que despierte sus sentidos del olfato y el gusto. Eso sí, esta concesión ha de ser muy puntual; aunque hayan perdido el apetito, no se trata de alimentarlos solo a base de snacks o comida a la que no están acostumbrados. No queremos consentirlos en exceso, sino ayudarles a sentirse algo mejor en un momento dado. Esto podría volverse contraproducente y acabar dándote más problemas a medio y largo plazo.
Aunque sea una etapa de vuestra vida difícil, hay recursos para hacerla algo menos dolorosa. Con estas recomendaciones, no sólo estarás guiando al resto de tus mascotas, sino que también te estás ayudando a ti mismo a pasar este amargo trago. Con independencia de todo lo anteriormente expuesto, nunca está de más que acudas a tu veterinario de confianza o a profesionales expertos en psicología canina para un extra de orientación si los consejos no terminan de funcionar. Adaptarse a una nueva realidad es duro, pero si tus perros y tú os apoyáis mutuamente, el camino será mucho más llevadero.