8 cosas que no debes hacer con tu perro

¿Tenéis un amigo peludo en casa? Si la respuesta es afirmativa, te interesará conocer una serie decosas que deberás tener en cuenta para disfrutar al máximo de la compañía de tumascota.

8 cosas que no debes hacer con tu perro

Es de sabiduría popular que el perro es el mejor amigo del hombre, pero será necesario que este tenga unas pautas de educacion para evitaros problemas a ambos. La comunicación entre el adulto y el perro será un aspecto crucial para garantizar que tengáis una buena convivencia en armonía. Sin lugar a dudas, viviréis aventuras que siempre recordaréis, pero querer a tu perro no es contrario de establecerles límites y normas.

1. Tu perro es un animal no una persona

Así es, muchas personas tratan a su mascota de tú a tú y esto lejos de ayudar se convierte en un problema. El perro es un animal y no un bebé permanente. Esta tendencia de humanizar el animal va a crear problemas en la mascota y en nuestra relación con el can.

Es esencial que nos comuniquemos con él, por supuesto, pero piensa que no entiende nuestro lenguaje y que, lejos de ayudarle, le puede crear sensaciones ambivalentes cuando mantenemos conversaciones largas con él.

2. Un perro es un ser vivo, no un objeto

Con la llegada de épocas especiales, como por ejemplo las navidades, muchas personas ven interesante pedir un cachorro como regalo. Y luego, olvidan que estos requieren unos cuidados específicos de salud, higiene, físicos y de alimentacion.

Además, importante, si te encuentras ante esta situación, puedes plantearte como mejor opción la adopción responsable, antes de querer comprar una determinada raza. Debemos recordar que son seres vivos y no caprichos pasajeros.

3. No conocer sus necesidades antes de traerlo a casa

Es importante que antes de que un animal llegue a nuestra casa nos informemos de lo que puede suponer en todos los ámbitos. Tanto a nivel económico: desparasitación, vacunas, veterinarios, alimentación, etc. Como del tiempo libre que disponemos para hacernos cargo de él.

No todas las razas son iguales, y algunas más que otras necesitan más movimiento y actividad. ¿Podemos sacar a jugar a nuestro perro las veces que él necesita? Otro aspecto a considerar es el espacio físico del que disponemos en casa, ya que, como un ser vivo que es, necesita tener su espacio y, no es lo mismo vivir en un piso de 50 metros cuadrados, que en una parcela de 1000 metros cuadrados.

4. Regañarle cuando ya han pasado varias horas

En muchos casos, los animales, pasan algunas horas solos en casa, ya que la sociedad en la que vivimos, salir a trabajar suele ser algo indispensable. Puede que a tu pequeño amigo no le guste esta situación y lo manifieste de diversas formas: rompiendo lo que está a su alcance o haciéndose sus necesidades en lugares poco oportunos.

Cuando llegamos a casa y le regañamos por algo que ha sucedido hace horas, el animal no lo entiende o, incluso, va más allá y es su forma de decirnos que no le gusta esa situación que está viviendo. Quizás, le provoque estrés tanto tiempo en solitario y tengamos que pensar en una alternativa que rompa con dicho comportamiento y satisfaga sus necesidades.

5. No ofrecerle una alimentación adecuada

Recuerda lo que decíamos al principio, el perro es un animal no un humano y, como tal, así debe comer. Tiene unas necesidades alimenticias concretas, para ello, el pienso está diseñado a medida para satisfacerlas. Comprar un pienso de calidad puede ayudar a crecer sano y fuerte a tu mascota.

Un error muy común es compartir nuestra comida con ellos, ¿por qué? Por varios motivos, el primero porque podemos hacerle daño sin querer; un consumo elevado de sal o azúcares, puede dañarle, ya que su organismo no está biológicamente preparado para digerirlo. Además, puede crear conductas disruptivas del animal a la hora de las comidas.

6. No respetar las rutinas es una mala educación en los perros

La implantación de distintas rutinas a la hora de ponerle su comida o de dar sus paseos le ayudará bastante a nivel emocional, proporcionándole tranquilidad y sosiego. Por ejemplo, si sacamos al animal unos días sí y otros no por las mañanas, le generará bastante tensión los días que no salga a dar el paseo y esto, puede que le implique al animal el tener que hacer sus necesidades en casa.

7. No acudir al veterinario

No tener los cuidados veterinarios pertinentes pueden tener consecuencias negativas tanto para el animal como para ti. ¿Cuándo ha de visitar la clínica? Para las vacunas, para la desparasitación interna y externa, para cuidados de higiene, como el corte de pelo o la limpieza de los oídos, sin olvidar un aspecto obligatorio, la implantación del microchip; este es para el animal, lo mismo que para los humanos el DNI.

8. Abandonarlo

Este tip no se debería ni contemplar, pero lamentablemente esto sigue estando vigente en nuestro día a día. Abandonar al animal es una actuación cruel, por ello, actuar con responsabilidad y respeto han de ser las premisas de toda persona que acoja a un ser vivo en casa.

Según los datos de la asociación Affinity, más de 180 000 perros fueron abandonados el pasado año 2020. Una cifra espeluznante. Puede ocurrir que tu pequeño amigo desaparezca, se pierda por accidente, por eso es importante el microchip, gracias al cual, podrán identificar a su dueño y facilitar el feliz reencuentro.

En definitiva, tener una mascota es un acto que perdura en el tiempo, debemos analizar bien la situación antes de hacerla de forma impulsiva, ya que el perro es un ser vivo, con necesidades y sentimientos que requiere de nuestro tiempo, energía y cuidados.

Vivir una experiencia positiva con tu mascota será algo difícil de reemplazar. La educación de tu perro es esencial para vivir en armonía, será el pilar fundamental para disfrutar de la convivencia entre todos y, recuerda, es uno más de la familia, pero es un animal con unas cosas, características y necesidades bien diferentes a la de los humanos. Juega y disfruta con tu mascota.